Fecha de publicación: Mié, 25/09/2019 - 09:32

Las porras ponen alas a los sueños de los niños y jóvenes de Usme

El equipo de porras del colegio Nuevo San Andrés de los Altos forma parte de los 82 centros de interés de las jornadas única y extendida del Distrito. Estos estudiantes han sido subcampeones del Cheerleaders Of America Ultimate Nationals y campeones en el Festival de Verano. Y siguen cosechando triunfos.

¡Five, six, seven, eight! ¡Five, six, seven, eight! Dice la formadora Angie Carolina Ríos, del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), mientras 27 porristas se mueven al unísono, con una sonrisa en sus rostros, haciendo diversas acrobacias logradas después de horas y horas de entrenamiento. Son estudiantes del colegio Nuevo San Andrés de los Altos, quienes han hecho de este deporte un estilo de vida y un motivo de orgullo para Bogotá y Colombia.

El equipo lleva cuatro años de trabajo duro y entregado. Son 27 porristas en el grupo de competencia y 120 más de las jornadas mañana y tarde en el centro de interés. Inés Consuelo Martínez es la docente que, en 2015, planteó el proyecto. Recuerda que dos hermanas, oriundas de Caquetá, llegaron a su institución educativa distrital. “Eran víctimas del conflicto armado y una de ellas lloraba todo el tiempo. Al indagar sobre su historia, supe que su papá había sido asesinado. Conversé con el rector sobre la necesidad de hacer algo más por ellas y por todos nuestros estudiantes, no para olvidar, sino para minimizar el dolor que viven los niños”, cuenta la maestra.

Entonces, la profe Consuelo propuso una serie de talleres que mantuvieran a los niños y jóvenes más ocupados y felices. Así nació el equipo de porras y, con el paso del tiempo, otros centros de interés en deportes, artes, teatro, robótica, cine club y diseño gráfico, entre varios más que ahora forman parte de la jornada extendida del colegio: “Empezamos con 150 niños en estos grupos y ahora estamos trabajando con más de 1500 de todos los grados. Cambiamos el llanto por sonrisas y actividad física”, precisa.

dos estudiantes y una profesora

Aprovechamiento del tiempo libre para transformar vidas

Uno de los legados del gobierno de Enrique Peñalosa es la educación que ofrece a niños y jóvenes oportunidades para su crecimiento, bienestar y felicidad. Una educación que, además, propende hacia el aumento del tiempo escolar de los estudiantes de los colegios oficiales en ambientes de aprendizaje innovadores que fortalecen sus competencias básicas, ciudadanas y socioemocionales y que los forman de manera integral.

Esto es posible a través de estrategias como la jornada única, que se desarrolla en 210 instituciones educativas con una participación de 132.712 estudiantes, y la jornada extendida, que, como en el Nuevo San Andrés de los Altos, se implementa en 305 colegios, con una participación de 281.691 niños y jóvenes.

Para Angie Carolina Ríos, el equipo de porras se ha consolidado gracias al entusiasmo y la constancia de los participantes: “Empezamos con niños que no sabían nada del deporte; los empezamos a formar en acrobacia, flexibilidad y, luego, armamos un equipo fuerte de competencia distrital y nacional. La clave es la disciplina y amar lo que se hace”, señala.

Precisamente, la disciplina y el amor son dos elementos fundamentales para Danna Valentina Díaz, de 6.°. A sus 12 años, y después de tres soñando con competir contra los mejores, esta estudiante fue aceptada en la selección Colombia de porras, un logro que la ha llevado a competencias nacionales y, próximamente, internacionales.

“Me enamoré totalmente de este deporte. Creo que nos beneficia mucho, porque no estamos pensando en que no tenemos nada que hacer o tenemos que estar en la calle después de clases. En porras, y en todos los deportes, siempre estamos enfocados en que tenemos que entrenar”, dice la estudiante.

Danna fue una de los 20 porristas, entre 8 y 12 años, que representó a Bogotá en el Cheerleaders of America Ultimate Nationals, uno de los concursos más importantes en este deporte, que tuvo lugar en Estados Unidos, en 2018. Allí, el Nuevo San Andrés de los Altos les ganó a 100 equipos más, principalmente del país anfitrión y de Canadá. El resultado: coronarse como subcampeón mundial en las categorías júnior y sénior.

“Viajar a Estados Unidos fue una experiencia increíble, conocimos nuevas personas y un nuevo idioma. Nunca había montado en avión ni conocido otro país. No me gustaba el inglés, pero, cuando vi cómo hablaban, me interesó y ahora le echo muchas ganas para aprender. Mi consejo a otros estudiantes es que no paren, yo empecé desde cero y sé que ya he llegado lejos”, asegura la deportista, que espera viajar con la selección Colombia a Costa Rica y, luego, a un mundial en Estados Unidos.

Dos estudiantes

Para la docente Consuelo, el viaje a Estados Unidos fue más que ganar y competir: “Llegar a un pódium es sentirse grande, es demostrar que nuestro país tiene las capacidades suficientes para llegar a lo más alto. Fueron días de enorme aprendizaje y los niños llegaron muy cambiados”, puntualiza.

El equipo de porras del colegio Nuevo San Andrés de los Altos entrena dos veces por semana. Además, todos sus integrantes participan también en centros de interés de artes todos los sábados. La idea es que los niños y jóvenes mejoren su calidad de vida y potencien sus capacidades.

“La jornada extendida da espacios para nuevos aprendizajes, para alejar a los estudiantes de los peligros de las calles, de la soledad y del consumo de drogas. Es una forma de comprobar que la educación no solo está en el aula, también en las vivencias”, añade la maestra.

¿Las porras son cosa de niñas?

Kevin Mateo Vargas nunca ha pisado una academia de ballet. Sin embargo, aprovecha el internet y ve constantemente videos de grandes academias del mundo. Hace varios años, estaba practicando varios movimientos en el descanso cuando la profe Consuelo lo descubrió. Este niño de 7.º fue uno de los primeros hombres en integrarse al equipo de porras. Su pasión por el baile y su constancia lo han llevado a soñar con ser, como su compañera Danna, parte de la selección Colombia. “Al principio fue difícil porque mi familia pensaba que era un deporte para niñas, pero se han dado cuenta de que me apasiona”, comenta.

Dos estudiantes de porras

Por su parte, Andrés Felipe Jiménez, de 10.º, dice que entró por curiosidad al grupo. Su miedo, resalta, era que lo criticaran. “Lo más difícil al principio era hacer una media luna, me frustraba, pero mis compañeros y las profesoras siempre estuvieron para apoyarme. Amo estar en este deporte, hacer gimnasia y enseñar a otros. Es grato ver que a través de la jornada extendida podemos realizar nuestros sueños”, relata.

Andrés también forma parte de una academia de porras independiente. Por su talento, fue becado. Disfruta lo que hace y motiva a otros jóvenes a que se vinculen a este deporte, que no tiene género ni condición para entrar. “En porras, no discriminamos; este deporte es diversidad para lograr nuestros sueños. Antes de entrar, me gustaba estar en la calle jugando, ahora estoy todos los días entrenando”, añade el estudiante.

El próximo reto de estos deportistas del San Andrés de los Altos está en Bucaramanga, en un torneo confederado. Luego, en 2020, el equipo buscará el primer lugar del mundial de porras, en México. Mientras tanto, continuarán dando todo su potencial y lo mejor de ellos mismos para dejar la educación oficial en lo más alto.

Estudiantes de porras haciendo una pirámide

Por: Tatiana Molina Vargas


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