Fecha de publicación: Jue, 24/09/2015 - 17:22

EDUCACIÓN PÚBLICA DE BOGOTÁ SE MOVILIZÓ POR EL PLANETA

Más de 1200 niños, niñas, jóvenes y maestros de los colegios públicos de Bogotá tomaron parte en la movilización festiva del ‘Encuentro de las Américas Frente al Cambio Climático’ y pintaron las principales vías con su mensaje de paz y cuidado del ambiente.

El pasado martes 22 de septiembre, el panorama de la Carrera Séptima, la Calle 26 y otras congestionadas vías de Bogotá se transformó por completo. Una mancha multicolor cargada de música, alegría y sonrisas reemplazó a los trancones y el velo de polución y contaminación que cubre estas ‘arterias’ de la ciudad durante un día.

Niñas, niños, jóvenes y maestros de los colegios públicos de Bogotá se unieron a las decenas de miles de ciudadanos que se tomaron la ciudad en el ‘Día sin carro y sin moto’ para tomar parte de la gran movilización del ‘Encuentro de las Américas Frente al Cambio Climático’ con el objetivo de llamar la atención de la ciudadanía para que todos nos unamos al clamor por la tierra, por el cuidado del ambiente.

La gran concentración por la justicia climática denominada ‘Freskiemos el ambiente’, reunió a diversos sectores de la sociedad que por medio del baile, la música, las comparsas y diversas manifestaciones artísticas llevaron un mensaje de reconciliación con la naturaleza y de desarrollo sostenible.

La cuota de juventud y energía la pusieron los 1200 niños, niñas, jóvenes y maestros de las Escuelas de Arte y Cultura Festiva de la Jornada Completa de los colegios públicos de Bogotá. Ellos ofrecieron una pequeña muestra de su ardua labor, que adelantan desde las aulas, desde la escuela, desde el barrio, para generar un cambio de conciencia en la sociedad que busca forjar una nueva Generación de Paz que viva en comunión con la naturaleza y todos los seres vivos.

Estos fueron los mejores momentos de la ‘Freskiemos el ambiente’, la gran concentración por el cuidado del medio ambiente. Bogotá educa ciudadanos ambientalmente responsables.

Educar para la paz es una de las mayores apuestas de la Secretaría de Educación y de la Bogotá Humana. Y esto incluye formar ciudadanas y ciudadanos responsables con el medio ambiente, seres humanos que vivan en armonía con la naturaleza y que desde su trabajo en la escuela y en el barrio construyen una sociedad mejor.

Niñas y niños del colegio Tibabuyes Universal, de la localidad de Suba, conocen un poco de la historia de la ciudad y del país en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, una de las estaciones de la gran movilización ‘Freskiemos el Ambiente’.

Conocer la historia y empoderarse y cuidar la tierra, las claves para formar una nueva generación que se preocupe por el medio ambiente y sean eco- responsables y eco-conscientes. La educación pública de Bogotá se sintoniza con el clamor internacional para detener el deterioro del planeta.

“Este lugar, hace muchos años, era un cementerio. Ahora es un espacio para que los niños y los ciudadanos exploren y aprendan cosas, que aprendan de la historia de nuestro país para que no la repitan”, les explicaba la guía a los estudiantes del colegio Tibabuyes Universal que se dieron un ‘baño’ de historia bogotana.

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La música, el baile, las comparsas y las manifestaciones artísticas diversas y pluriculturales se tomaron las principales vías de la ciudad en la gran movilización ‘Freskiemos el ambiente’, que partió del Centro Nacional de Memoria Paz y Reconciliación y desembocó en la Plaza de Bolívar.

Chicos y grandes, sin distinción, se unieron a la gran movilización para pedir a la sociedad que se detengan los atropellos contra la naturaleza y se forje una nueva conciencia ciudadana que viva en armonía con el planeta. Un llamado de las entidades y de la sociedad civil para salvar nuestro planeta.

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Todas las razas y clases sociales unidas por la causa: generar formas de vida sostenibles que no atenten contra la naturaleza. Diferentes movimientos y colectivos civiles, los colegios del distrito y las entidades de la Bogotá Humana se unieron a esta gran marcha que en el ‘Día sin carro y sin moto’ le dio un ‘respiro’ a nuestra contaminada capa de ozono.

‘Somos Generación de Paz’ es una de las apuestas de la Secretaría de Educación para formar niñas, niños y jóvenes responsables con el medio ambiente y comprometidos con hacer de esta ciudad, este país y de este mundo un lugar mejor. Las funcionarias Gloria Carrasco, Subsecretaria de Integración Interinstitucional y Deidamia García, Directora de Participación y Relaciones Interinstitucionales de la Secretaría de Educación, acompañaron a las delegaciones de los colegios públicos y dijeron ‘presente’ en esta gran movilización ciudadana.

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La música, el baile, el teatro y el arte fueron protagonistas de esta movilización en la que la sociedad civil manifestó su apoyo a las iniciativas para cuidar el medio ambiente y mejorar la vida en nuestro planeta. Cerca de 1200 niños, niñas y jóvenes de los colegios públicos ofrecieron una pequeña muestra de su trabajo para concientizar a la sociedad de la necesidad de replantear nuestros hábitos de consumo y el impacto de estos en el planeta.

La comparsa del colegio San José de Castilla, de la localidad de Kennedy, con todo su color y alegría, invitó a los asistentes a racionar el agua, a cuidarla porque se está agotando. “Tenemos que cuidar el agua porque ella es la que nos da la vida”, comentó uno de los participantes.

“La paz es compromiso con el cambio climático, ahí hay un hecho de paz clarísimo. Si usted no malgasta el agua, hace separación en la fuente de los residuos, usted está contribuyendo a una nueva generación de paz porque es una generación que piensa en el ambiente, es una generación de paz”, comentó Deidamia García, Directora de Participación y Relaciones Interinstitucionales de la Secretaría de Educación.

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La gran movilización por el cuidado del medio ambiente desembocó en la Plaza de Bolívar donde artistas de la talla de los Aterciopelados, Doctor Krápula, entre otros, se unieron a la sociedad para pedir que se detengan los atropellos contra la naturaleza y el planeta. La ciudad, agradecida, regaló a los asistentes un hermoso atardecer.


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