Fecha de publicación: Mié, 02/12/2020 - 11:00

“Reto a la U fue mi premio a la constancia”

Karen Clavijo, como otros 10 mil jóvenes de Bogotá que no estudiaban ni trabajaban, hoy vive una experiencia de inmersión a la educación superior gracias al programa del Distrito #RetoALaU. Después de una ardua búsqueda, encontró esta oportunidad en la que cumple su sueño de estudiar materias en la Universidad de los Andes.

Karen es la cuarta de los de cinco hijos que tuvieron sus padres. Solo una de sus hermanas logró vivir la formación en educación superior en un instituto técnico. Los otros dos jamás lo hicieron porque no contaron con los recursos financieros. Por eso, después de ser bachiller, se fijó la meta de ser la primera profesional en la familia.

Hoy tiene 18 años y, desde hace dos, ha buscado una oportunidad para estudiar una carrera técnica o profesional, pero por falta de dinero ha tenido que aplazar esta posibilidad. A esto se suma la emergencia sanitaria de los últimos meses, que le dificultó conseguir un trabajo con el cual pueda ayudarse a pagar los estudios.

Aún recuerda que, en 2018, el colegio Técnico Benjamín Herrera de localidad de Puente Aranda, donde estudió, la llevó a una feria universitaria para conocer los programas académicos y el valor de las carreras en estas instituciones. De la ilusión pasó a la incertidumbre, pues la carrera que quería estudiar costaba $5 millones por semestre y sabía que sus padres no lo podrían pagar.

Pensó entonces en inscribirse en una universidad pública, pero, según lo relata, “ni siquiera me alcanzaba el dinero para pagar el examen de la Universidad Nacional o de la Universidad Distrital que costaban entre $80.000 y $100.000”. En ese momento, sintió que estudiar sería solamente un sueño.

Decidió que su mejor alternativa, mientras cumplía la mayoría de edad, era la de estudiar en el SENA alguno de los cursos técnicos y trabajar para pagarse una carrera profesional más adelante, pero la suerte no estuvo de su lado: lo intentó cinco veces y nunca superó la segunda fase de las pruebas que exigía este centro de formación. Además, su búsqueda de trabajo claudicaría por la cuarentena obligatoria.

La frustración y el desespero se apoderaron de Karen, sentía que su meta propuesta no se cumpliría. No sabía qué hacer, pues no salía algo para sentirse productiva. Esto hizo que cayera en depresión por tener tantos intentos fallidos, constantes dolores de cabeza y una preocupación latente por no conseguir que estudiar o trabajar. En suma, terminó enfermándose y fue remitida al psicólogo, quien le diagnosticó, ansiedad depresiva y, desde ese momento, tuvo que iniciar un tratamiento.

Gracias a las terapias, poco a poco fue mejorando y, en el mes de agosto de este año, tomó la decisión de intentarlo nuevamente al enterarse de la convocatoria del Distrito con el programa #RetoALaU. “Al conocer esta iniciativa académica, no lo pensé dos veces, decidí inscribirme y fui seleccionada. No lo podía creer, después de buscar por dos años que estudiar, por fin lo conseguí. Esto es el premio a la constancia”, resalta Karen.

Karen fue seleccionada entre los más de 27.000 jóvenes que se presentaron a la convocatoria de #RetoALaU, el programa de inmersión en educación superior para jóvenes bachilleres de Bogotá que no están estudiando y tampoco tienen un empleo o trabajo formal. Los beneficiarios de este programa accedieron gratuitamente en septiembre a los 995 cursos, materias, diplomados o programas de educación continua o de extensión ofrecidos por las 21 universidades, instituciones universitarias y escuelas tecnológicas, públicas y privadas aliadas.

Esta iniciativa hace parte de la recuperación de la actividad socioeconómica y cultural asociada al control de la pandemia del covid-19, por eso, la Administración Distrital gestionó cerca de 40 mil millones de pesos en recursos adicionales para que los jóvenes de bajos recursos económicos puedan estudiar cursos de formación en Instituciones de Educación Superior durante el segundo semestre de 2020 a través de este programa.

Actualmente, Karen está cursando la materia de Contabilidad de costos en la Universidad de los Andes y sueña con ser profesional en Administración de empresas. Iniciar en este programa de inmersión no ha sido fácil, su experiencia universitaria está llena de retos y desafíos debido a que las clases se adelantan desde la virtualidad por la emergencia sanitaria e infortunadamente no tiene computador. Para solucionar esto, su vecina de la misma casa y que vive en el tercer piso, se lo presta por unas horas.

A pesar de este escenario, está motivada. Y, aunque aún le cuesta entender algunos temas de su curso, tiene la firme convicción de que terminará y aprobará este programa de inmersión en la Universidad de los Andes.

Esta experiencia será certificada y eso es muy bueno para mí, creo que al momento de conseguir un trabajo ya tengo un curso para mostrar y tal vez sea un poco más fácil. Pero, realmente, lo que quiero es seguir estudiando en la universidad, por eso, después de que termine este semestre, me pondré a buscar la forma de iniciar la carrera de Administración de empresas”, concluye Karen. 

¡La educación en primer lugar!


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