BOGOTÁ CONSOLIDA ESTRATEGIA PARA TRANSFORMAR LOS PROCESOS DE EVALUACIÓN EN EL AULA

Así se evidenció en el Encuentro Distrital de Evaluación, en el que la Secretaría de Educación y el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP), congregaron a docentes y expertos para dialogar y reflexionar en torno a la práctica en el aula.

La jornada, que se realizó el 26 de octubre, mostró los avances del proyecto sobre ‘Prácticas significativas de evaluación’, en el marco del programa Evaluar para transformar y mejorar de la actual política educativa. Iniciativa que, entre 2016 y 2017, ha logrado identificar y caracterizar 38 experiencias desarrolladas por docentes de colegios oficiales de la ciudad.

Según la coordinadora del proyecto, Luisa Fernanda Acuña, investigadora de la Subdirección Académica del IDEP, el proceso que llevan a cabo para identificar y caracterizar las prácticas significativas de evaluación, busca la conformación de una red en el Distrito, en donde los maestros puedan compartir sus experiencias exitosas, hacer un ejercicio de aprendizaje y trabajo colaborativo entre pares. Todo ello encaminado a transformar los procesos de evaluación en el aula.

Lo anterior, según la investigadora, ha implicado la realización de muchas cosas de forma paralela, como adelantar la fundamentación conceptual sobre evaluación, tendencias, enfoques, e investigar qué se ha hecho sobre el tema a nivel Latinoamérica, Colombia y Bogotá.

“Hablábamos inicialmente de buenas prácticas de evaluación, pero posteriormente se fue transformando el sentido hacia prácticas significativas, porque empezamos a trabajar en paralelo todo el proceso de fundamentación conceptual, a mirar qué estaba pasando en el Distrito, para lo cual convocamos a profesores que compartieran con nosotros sus experiencias”, afirma.

Luisa Fernanda agrega que lo siguiente consistió en la elaboración de unos criterios de caracterización de esas experiencias, a partir de un ejercicio de triangulación de lo que los docentes hacen, lo encontrado en la teoría y desde la mirada de otros expertos.

Entre ellos: que implique la participación de la comunidad, es decir, no solo el maestro mirando cómo evalúa, sino los estudiantes que forman parte del proceso y los mismos padres de familia; que la evaluación forme parte integral de los procesos de enseñanza y aprendizaje; que tenga un sustento epistemológico, transparencia y claridad.

Durante el encuentro se socializaron las 38 experiencias identificadas en la primera fase del proyecto, desarrolladas, en su mayoría, en colegios que adelantan el proceso para obtener la acreditación de alta calidad por parte de la Secretaría de Educación.

De igual forma, el proyecto contempla la conformación de un repositorio al que se podrá acceder a través de internet, como estrategia que contribuya a la consolidación de una red de instituciones por la evaluación. Con este propósito, este año invitaron a rectores y coordinadores de todos los colegios oficiales de Bogotá para que compartieran información sobre los sistemas de evaluación institucionales en general que, según la investigadora Acuña, será la vía para identificar las experiencias significativas de maestros y poder recoger de su viva voz toda la narrativa y trayectoria de su experiencia.

En general, a manera de balance, investigadores, docentes y expertos coinciden en que la nutrida participación en el encuentro es señal de la pertinencia y la importancia del tema de la evaluación.

“Creo que vemos aquí la necesidad que tenemos todos de hablar de una evaluación integral, de cómo las prácticas que hacemos en el aula pueden entrar en diálogo también con las pruebas externas, que siempre genera muchas tensiones. Es decir, poner en perspectiva todos los procesos, formas y funciones de la evaluación”, concluyó la investigadora Luisa Fernanda Acuña.

Porque una ciudad educadora es una Bogotá mejor para todos