Fecha de publicación: Mar, 16/10/2018 - 08:25

COLEGIOS PÚBLICOS DE BOGOTÁ ATIENDEN A MÁS DE 18 MIL ESTUDIANTES CON DISCAPACIDAD

En lo que va del gobierno de Enrique Peñalosa, la capital aumentó en más del 33 % la cobertura y la atención educativa con calidad de niñas, niños, jóvenes y personas adultas con discapacidad.

La administración ‘Bogotá Mejor para Todos’ continúa desarrollando acciones desde su Plan Sectorial de Educación ‘Hacia una Ciudad Educadora’ para facilitar el acceso, la permanencia y la educación de calidad de todas las niñas, niños y jóvenes de la capital.

Según datos de la Secretaría de Educación del Distrito, con corte a septiembre de 2018, 18.246 niñas, niños, jóvenes y personas adultas con discapacidad cognitiva, física, múltiple, auditiva, visual, sordoceguera, psicosocial o sistémica, entre otras, son atendidos en los colegios públicos de Bogotá. Esto representa un aumento de más del 33 % con respecto al 2015, cuando se atendían 13.618 estudiantes.

Este positivo balance, de acuerdo con el subsecretario de Calidad y Pertinencia, Carlos Alberto Reverón Peña, es fruto de la consolidación de la política de educación inclusiva en el Distrito que busca que todas las niñas, niños, jóvenes y adultos de la ciudad, sin importar su origen o condición, tengan la oportunidad de iniciar o continuar sus estudios con calidad en el sistema educativo oficial de Bogotá.

Para consolidar este modelo de atención educativa con enfoque diferencial, durante la actual administración se han fortalecido los equipos de apoyos pedagógicos, comunicativos y profesionales que acompañan a los estudiantes con discapacidad en sus procesos de aprendizaje e, incluso, en actividades básicas cotidianas como lo es la alimentación, el autocuidado y la movilidad.

Así, la ciudad pasó de tener 741 docentes de apoyo pedagógico en 2015 a 806 en la actualidad, quienes acompañan a los docentes de 276 colegios distritales en el diseño, implementación y seguimiento a los Planes Individuales de Apoyos y Ajustes Razonables (PIAR), establecidos en el Decreto 1421 de 2017 que reglamenta la atención educativa a la población con discapacidad en el país.

Bogotá también duplicó el número de auxiliares de enfermería, quienes apoyan actividades de higiene, alimentación y desplazamiento a estudiantes con discapacidad, pasando de 51 en 45 colegios en 2016 a 105 en 78 colegios este año.

Además, se fortaleció el equipo de apoyo comunicativo, conformado por 83 intérpretes de lengua de señas, 80 mediadores, 14 modelos lingüísticos y 2 guías intérpretes, quienes promueven la autonomía e independencia de los estudiantes, el aprendizaje de la lengua de señas colombiana, la adaptación y flexibilización curricular y de materiales, entre otros.

Igualmente, desde finales de 2017, la Secretaría de Educación del Distrito implementó el nuevo esquema de valoraciones psicopedagógicas para eliminar las barreras de acceso a la educación que pudieran tener los estudiantes con discapacidad o con talentos y/o capacidades excepcionales.

Dicho proceso, cuyo costo debían asumir las familias anteriormente y ahora realiza la Secretaría, se enfoca en la valoración de aptitudes intelectuales, habilidades comunicativas, socio-afectivas y adaptativas, así como de los dispositivos básicos de aprendizaje para identificar la oferta educativa más pertinente para la atención de cada niño con discapacidad. Igualmente, en caso de requerirse, se articulan otros apoyos como el servicio de movilidad escolar u ofertas de otras entidades del orden distrital y nacional.

Para el subsecretario, con estos esfuerzos se espera garantizar la mejor cobertura y calidad en beneficio de los estudiantes y sus familias. “No solo se trata de eliminar las barreras de acceso de la población con discapacidad al sistema educativo, sino que tengan una educación de calidad. Por eso, asumimos desafíos como mejorar las infraestructuras educativas, cambiar el proceso de valoración pedagógica, asesorar a directivos, docentes de aula y de apoyo desde lo pedagógico, técnico y administrativo; y acompañar a las instituciones en dichos procesos”, añade.

Gracias a la implementación de la política de educación inclusiva, Bogotá beneficia a más de 20 mil jóvenes en extraedad y adultos, mujeres y hombres en ejercicio de la prostitución, hospitalizados, población LGBTI, entre otros; y atiende de manera integral y con enfoque diferencial a más de 66 mil víctimas del conflicto, 5 mil miembros de grupos étnicos, más de 1.000 con capacidades excepcionales y 12.400 estudiantes de zonas rurales.

Porque una ciudad educadora es una Bogotá mejor para todos.


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