Fecha de publicación: Jue, 07/03/2019 - 17:08

EN BOGOTÁ, LAS MUJERES TEJEMOS CAMBIOS EN LA EDUCACIÓN

La Administración Distrital busca eliminar desigualdades educativas y disminuir las brechas en el logro educativo de niñas, niños y jóvenes; para conseguir una educación de calidad para su felicidad y la realización de sus derechos.

Para la Secretaría de Educación del Distrito, la conmemoración del Día Internacional por los Derechos de las Mujeres es una oportunidad para reafirmar sus compromisos con la educación de calidad de 384.522 niñas y mujeres estudiantes del Distrito.

Este 8 de marzo también es la ocasión para reflexionar sobre la garantía integral de los derechos de las mujeres y hacer un reconocimiento a las 24.808 funcionarias que hacen parte de la educación oficial de Bogotá: 22.035 docentes, 830 directivas docentes y 1.943 administrativas.

En ese sentido, esta entidad se suma a la conmemoración distrital ‘Las Mujeres en Bogotá Tejemos Cambios’, que se concibe como una forma de construcción colectiva y permite evocar la manera como las mujeres han formado redes de apoyo para lograr la garantía integral de sus derechos.

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En esta oportunidad, como resultado de una concertación con el Comité Distrital de Mujeres Indígenas, este día tiene como protagonistas a las niñas y mujeres indígenas, entre ellas las 1.489 niñas y jóvenes estudiantes y 122 mujeres vinculadas a procesos de educación por ciclos para jóvenes y adultos del Distrito, y seis dinamizadoras culturales que apoyan los procesos educativos en las aulas de clases de los pueblos Muisca, Wouanaan, Kichwa, Uitoto, Inga, Pastos, Wayuu, Yanacona, Embera, entre otros.

Al respecto, el subsecretario de Calidad y Pertinencia, Carlos Alberto Reverón Peña, recuerda que el Plan Distrital de Desarrollo ‘Bogotá Mejor para Todos’ propuso cerrar brechas entre hombres y mujeres en educación, empleo, emprendimiento, salud, participación y actividades recreo-deportivas. Por ello, explica que la Secretaría de Educación del Distrito trabaja en equipo con la Administración Distrital “para que nuestras niñas y jóvenes reciban educación de calidad, construyan proyectos de vida para desarrollar sus capacidades y alcancen sus sueños en igualdad de condiciones que los niños y hombres, por su felicidad y el disfrute pleno de sus derechos”.

“La mujer es la primera maestra”

Érika Samanta Galeano Neuta pertenece a la comunidad Muisca de Bosa y hace parte del equipo de dinamizadores culturales con el que cuentan los estudiantes indígenas de la ciudad para acompañar sus procesos educativos. A través de acciones en las que se retoman saberes propios, prácticas culturales y cosmovisiones de su pueblo, Érika genera enlaces entre los docentes del Distrito y las niñas y niños indígenas, quienes muchas veces no dominan el español.

A propósito de la conmemoración del Día Internacional por los Derechos de las Mujeres, esta joven de 21 años dirigió uno de los cinco talleres de tejidos organizados por la Secretaría de Educación, en conjunto con los pueblos Kichwa, Muisca, Wounaan, Misak e Inga. Estas actividades contaron con la participación de unos 150 estudiantes indígenas, mestizos y afrodescendientes de diferentes instituciones educativas distritales de la ciudad.

Érika resaltó el papel fundamental del tejido en la cosmovisión indígena y su relación especial con la mujer y la educación: “La mujer indígena resiste y perdura. Esta conmemoración del 8 de marzo nos lleva a ratificar que la mujer es la primera maestra, la primera persona que educa desde que lleva al bebé en su vientre. Para nosotros, la placenta se convierte en la primera sabedora o la primera abuela, la que enseña a respirar y alimentarse, tanto física como espiritualmente”.

El tejido como memoria

Más allá de una actividad manual, tejer es para los pueblos indígenas una conexión con el espíritu, la memoria que se va guardando para que no se olviden las tradiciones y la educación ancestrales.

Cada tejido es diferente, como una huella dactilar, y cada color tiene significados diversos. Por ejemplo, el azul evoca la tranquilidad y el agua; el morado, el territorio, las plantas y la familia; y el amarillo, la energía y sol.

Yadira Málaga Valencia, dinamizadora cultural del pueblo Wounnan en el colegio Compartir Recuerdo de Ciudad Bolívar, asegura que los tejidos llevan la memoria de los ancestros, en especial de las mujeres, porque transmiten su cultura e identidad de generación en generación.

“Las mamás son quienes enseñan por primera vez a sus hijos. Desde los 8 años, las niñas Wounnan tienen acercamiento con el tejido werregue, que proviene de una palma que solo crece en clima húmedo y caliente”, dice Yadira mientras teje un ciempiés, una de las figuras más sencillas para esta etnia oriunda del Chocó, la cual ha llegado a Bogotá como consecuencia del conflicto armado interno.

Según agrega Yadira, el realce indígena de la conmemoración de este 8 de marzo es una forma de visibilizar las prácticas que los indígenas buscan preservar en Bogotá. También, es un espaldarazo para brindar mejor calidad educativa a los estudiantes de todos los grados que acompaña la Secretaría de Educación. En el caso del colegio Compartir Recuerdo, son 164 niñas, niños y jóvenes pertenecientes al pueblo Wounnan y seis al Pijao.

“Gracias a la Secretaría de Educación, en este colegio hay menos discriminación. Desde la llegada de los dinamizadores culturales en 2016, los jóvenes indígenas reconocen con más orgullo sus raíces y este año ya estamos a punto de elegir una consejera estudiantil Wounnan para fortalecer la participación escolar y la unión de la comunidad educativa”, finaliza.

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Cabe recordar que, en materia de equidad de género, la Secretaría de Educación del Distrito acompaña a 98 colegios oficiales con una estrategia que busca generar prácticas pedagógicas incluyentes; transformar los imaginarios, estereotipos y prejuicios que refuerzan inequidades, e incorporar el enfoque de género en la prevención y el abordaje de situaciones de violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres adultas en los proyectos de las instituciones educativas.

Entre las acciones de esta entidad también se encuentra la implementación la estrategia metodológica de educación inclusiva Aula Refugio que, desde el año 2015 y en convenio con la Secretaría Distrital de la Mujer, garantiza el derecho a la educación de calidad a las mujeres víctimas de violencias de género al interior de las familias y en el contexto del conflicto armado, y a sus hijos e hijas menores de edad.

Asimismo, en articulación con esta entidad y el colegio Panamericano de la localidad de Los Mártires, la Secretaría de Educación implementa una estrategia de educación flexible para mujeres en ejercicio de la prostitución, que como se recordará, son sujetas de especial protección constitucional.
 

¡Porque una ciudad educadora es una Bogotá Mejor para Todos!


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